Entre otros consejos para Halloween, los disfraces, maquillajes y objetos de decoración deben cumplir con las normas de seguridad
Faltan pocos días para celebrar la fiesta de Halloween, una tradición americana que ha llegado con mucha fuerza a nuestro país y que nos permite ver desfilar por las calles a todo tipo de demonios, cadáveres, zombies y momias el 31 de octubre. Pero, como todas las fiestas, esta también tiene sus peligros, por eso las autoridades y organismos de Consumo ofrecen algunos consejos sobre la compra de ciertos productos comercializados en estas fechas de cara a Halloween y que podrían ser peligrosos.
Todos los años se retiran de la venta un buen número de artículos, y los principales riesgos son: cordones no permitidos en disfraces, que supondrían un peligro de estrangulamiento; insuficiente ventilación en caretas que podría provocar asfixia y piezas pequeñas en juguetes que producirían ahogamiento en niños de menor edad.
Halloween: consejos al comprar disfraces, maquillaje y decoración
Desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), se lanzan algunos consejos en relación al etiquetado, los disfraces, los maquillajes y la decoración para garantizar unas compras seguras:
- Rechazar cualquier producto que no esté etiquetado en castellano. También si no incluye las indicaciones obligatorias de edad recomendada, tipo de piezas que contiene, composición y lavado.
- Comprobar que la etiqueta que indica el productor y distribuidor en España, porque solo así se podrá reclamar.
- Los disfraces y maquillajes deben adecuarse a la edad y a las características de los usuarios, especialmente en caso de niños.
- Verificar, en el caso de los maquillajes, que sean hipoalergénicos (con riesgo bajo de producir reacciones alérgicas). Asimismo deben tener claramente identificada la composición, el modo de uso y las precauciones.
- Evitar objetos con puntas o bordes cortantes.
- Procurar que las máscaras tengan la ventilación adecuada.
- Vigilar las indicaciones sobre la inflamabilidad de los tejidos y pelucas (evitando que sean muy largas).
- Los disfraces no deben tener piezas pequeñas que puedan desprenderse y ser ingeridas por los niños.
- Cuando van destinados a menores de 14 años no pueden llevar cordeles o cordones en la zona del cuello o la cabeza, para evitar así posibles asfixias o ahogamientos.
- En el caso de los adultos, si se complementan con algún artículo de broma, hay que constatar que no estén fabricados con productos nocivos.
- Evitar productos de decoración relacionados con la fluorescencia, las telas de araña o el fuego de velas, pues resulta peligrosa su combinación. Hay que tener en cuenta que no son juguetes, por lo que es necesario que sea un adulto quien los utilice o supervise su uso.
