Ubicada en la calle Taiwán, en la cima de la Serra Gelada, la Cruz de Benidorm se instaló en 1962 y ofrece una bella panorámica de la ciudad
A lo largo de toda la ciudad de Benidorm existen varios miradores donde poder admirar el paisaje que ofrece la localidad, como el que se asoma desde lo más alto, en la conocidísima y monumental Cruz. Es el mirador con la vista más impresionante, pues los otros están a pie de mar, como el emblemático mirador del Castell mirador del Castell o el recientemente inaugurado Mirador de la Música.
Situada en la cima de la Serra Gelada, la Cruz de Benidorm existe desde el año 1962. Desde lo alto se pueden ver sus playas, las sierras que lo rodean, y la ciudad entera, con sus múltiples rascacielos.
Se puede llegar a La Cruz desde el centro de Benidorm en transporte público o en vehículo privado, pero lo mejor es subir andando.
En autobús, el L1, L2, L4 o L22 deja en la parada de Avenida del Mediterráneo 62. A partir de ahí, toca caminar 38 minutos hasta la cima de la Cruz de Benidorm, en la calle Taiwán. En caso de subir en coche, desde el centro de la ciudad se tarda aproximadamente 13 minutos. Lo complicado es aparcar; el mejor lugar y más cercano a la cima se encuentra en la calle Pekín.
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¿Por qué se construyó esta Cruz?
La enorme Cruz que observa toda la ciudad de Benidorm desde lo alto y que se ilumina por la noche, dejándose ver desde cualquier punto de la localidad, se instaló en forma de protesta tras autorizar el gobierno franquista el uso de bikinis en sus playas.
El obispo de Orihuela-Alicante amenazó primero al alcalde con colocar un cartel a la entrada del pueblo. El mensaje que llevaría para dar la bienvenida a los visitantes sería: ‘El Infierno’. Más tarde, se cambió de opinón y se organizó una procesión donde se llevó a hombros la Cruz de Benidorm hasta la cima del monte.
Allí, en lo alto de la Serra Gelada fue colocada, tras esta misión católica que pretendía redimir a la ciudad de su fama de pecadora. Con el paso del tiempo se ha convertido de un símbolo evangelizador a ser un icono turístico. En 1975 un temporal la hizo volar siendo sustituida por una nueva. Se ha utilizado en diversas películas gracias a su fotogenia.
‘La subida a la Cruz’, un camino hasta la Cruz de Benidorm
Existe un camino, conocido como ‘La subida de la Cruz’, que parte del Paseo Marítimo y llega hasta la cima de la Serra Gelada. Tiene una longitud de 10 kilómetros y durante el recorrido se pueden ver varias calas de la costa de Benidorm como Lusera o Tío Ximo.
Tras salir de la ciudad y para alcanzar la cima donde se encuentra la Cruz de Benidorm, el camino se encuentra totalmente señalizado y asfaltado. Se adapta a todo tipo de necesidades para facilitar el acceso a sus visitantes.
Parque Natural de la Serra Gelada, un paraje natural digno de ver
El Parque Natural de Serra Gelada, donde se sitúa la Cruz de Benidorm en el extremo sur del parque, abarca una superficie de 744,97 hectáreas y llega desde Benidorm hasta Altea y Alfaz del Pi. A lo largo del parque, el visitante puede disfrutar de impresionantes acantilados de hasta 300 metros en el borde del mar.
Además de acantilados, a lo largo de la extensión del parque natural existe una gran variedad de vegetación. Sin embargo, en las cercanías a los acantilados va reduciéndose, entre otras razones, por el viento de Levante. A lo largo del camino que sube hasta la Cruz de Benidorm, y por el resto de la Serra Gelada, se pueden encontrar varios tipos de árboles, como el pino, y gran cantidad de arbustos.
Torre de les Caletes, a poca distancia de la Cruz de Benidorm
La Torre de les Caletes, situada aproximadamente a 3 kilómetros de distancia a pie desde la Cruz de Benidorm, fue construida en el siglo XVI. Era parte del sistema defensivo de la ciudad frente a los ataques procedentes del mar, mayormente realizados por piratas. A lo largo de la ciudad se encuentran distintas torres vigías como esta. Formaban parte del Castillo de Benidorm, ubicado en la roca que separa las dos playas y que servía de defensa ante las incursiones piratas.
Las torres, antiguamente, eran custodiadas por dos hombres a pie y otros dos a caballo de manera que vigilaban y, en caso de ataque, podían transmitir la alerta mediante fogatas a las demás torres y castillos separados entre sí aproximadamente de 6 kilómetros una de otra.
La Torre de les Caletes fue construida, al igual que el resto de las torres vigía de la ciudad, por Juan Bautista Antonelli, ingeniero del rey de la época. Antonelli se encargó de planificar la construcción y distribución del sistema defensivo de Benidorm.
Sin embargo, esta torre tiene una característica que la diferencia de las demás, su forma circular. En ella existe ‘un cañón de hierro, 3 balas de artillería de calibre del 7 y del 12 y una cureña de campaña. Domina dos calas, una por Levante y otra sobre Poniente y la isla de Benidorm; refuxianse a la citada Torre las embarcaciones por temporal, o acosado de enemigos’
Por la cercanía a la Cruz de Benidorm y por la historia que se respira en ella, recomendamos visitar la Torre de les Calestes que, si bien actualmente se encuentra en ruinas, es un punto de interés de la ciudad.