Cuando se crea una empresa con su propia marca, es importante registrarla, para protegerla y que otros no se puedan apropiar de ese nombre
Se le ha ocurrido una idea de negocio, ha abierto una empresa, ha creado una marca, ha recibido sus primeros pedidos y sigue desarrollando con éxito su negocio. Merece la pena detenerse a pensar si se ha perdido algo importante. El recién llegado medio no piensa en la protección de la empresa, que proporciona el registro de una marca.
Qué puede ocurrir si se salta este importante paso, el del registro de la marca
El registro de una marca otorga a su titular el derecho exclusivo a protegerla. Esto significa que el propietario puede impedir que otros utilicen marcas similares para productos y servicios similares. Si la marca no está registrada, los competidores tienen las manos atadas a la hora de copiar la marca, utilizar marcas similares o partes de ellas.
Registrar una marca comercial, por ejemplo con Profitmark.es, es una gran elección de un socio y asistente fiable para usted y su negocio.
La competencia ante la falta de registro de una marca
Un competidor sin escrúpulos que se haya apropiado de una marca puede iniciar el procedimiento para su registro en la oficina estatal de patentes y obtener así el derecho a prohibir al usuario original de la marca el uso de la misma.
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Una empresa que no registra una marca tampoco está protegida contra el uso leal de una marca similar cuando otra empresa crea accidentalmente, sin conocimiento de la marca anterior, una marca similar y la registra en la oficina estatal de patentes.
El propietario de una empresa que no registra una marca no tiene derecho a impugnar el registro de otra marca nueva o similar en la oficina estatal de patentes. De este modo, se pierde la oportunidad de proteger eficazmente sus marcas de exclusividad.
Lo que puede pasar si no se registra una marca
Las marcas no registradas pueden ser demandadas por otra marca registrada, solicitando el cambio de nombre, para compensar el daño causado. La marca no registrada puede verse obligada a pagar una indemnización, aunque haya creado su marca antes.
El titular de una marca tiene derecho a solicitar al Departamento de Aduanas que prohíba la importación y exportación de mercancías similares que infrinjan los derechos del titular. Sin el registro de la marca, esta protección no es posible.
El registro de la marca le permite modificarla, venderla, conceder licencias sobre ella y beneficiarse económicamente de ello. Si no se registra una marca, se pierden algunas de las perspectivas de desarrollo empresarial, que pueden reportar ingresos adicionales.
Sin registrar una marca, una empresa pierde la protección efectiva de sus derechos tanto en las instituciones estatales como en los tribunales.
Las acciones desleales de los competidores pueden provocar pérdidas comerciales desproporcionadamente grandes y dañar la reputación de la empresa.
Otras consecuencias del no registro de la marca
El daño a la reputación empresarial puede tener un impacto negativo en las ventas, en las oportunidades de desarrollo empresarial: los consumidores elegirán otra marca más segura y fiable, los socios comerciales potenciales, los inversores elegirán una empresa responsable y estable.
No proteger adecuadamente una marca también puede conducir a la pérdida de inversión en la misma. Imaginemos un rebaño de ovejas pastando en un bosque. El rebaño es grande, algunas de las ovejas han tenido corderos recientemente, todas están ocupadas, acicalándose, acariciándose, correteando alegremente por un prado cubierto de hierba espesa.
El dueño de las ovejas planea ampliar el rebaño, así que decide ahorrar dinero: cerca el rebaño con cinta ‘Stop’ y además lo ata con una cuerda fina. El dueño espera que los lobos se muestren amistosos: en cuanto vean unas cuantas rayas, se irán por donde han venido.
Estos corderos confundidos son su negocio que acaba de empezar, que quiere ampliar, que requiere inversión. ¿Se fiarán los clientes potenciales y los inversores de una cuerda fina? Un registro de marca es una valla eléctrica de dos metros que amenaza a los lobos y crea una imagen de empresa responsable y digna de confianza. Lo mejor de todo es que no sólo crea una imagen, sino que también garantiza esa fiabilidad.
